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Agunas veces siento la terrible necesidad de estar escribiendo miles de cosas, cosas algunas sin sentido, otras con ganas de decirselas en la cara, otras a alguien más gritarle, y muchas, muchas sólo son imaginarias.

Quizá no sea bueno, quizá no sea prudente, quizá sólo lo estoy imaginando todo, pero ¡hey!, al fin y al cabo si tengo ganas de ser escritor (en algún punto de mi vida), debo de escribir. Aunque por el momento nada tenga sentido.

Y además, con esta fascinante forma electrónica donde todo puede ser leído y guardado a la vez, donde nadie y todos pueden encontrarlo, donde puedo expresarme sin problema alguno y mis palabras pueden ver la luz… es fantástico.

Aunque no tenga sentido.

Alguna vez escribí para mí, otras veces escribí para alguien, muchas veces escribí para hacerme notar, pero siempre tenía algo en mí que quería salir.

Hoy no es la excepción, sólo que no estoy seguro a dónde canalizar esa energía.

Creo que lo de este momento es porque L. ha subido una fotografía en su viaje con un vato, y ese vato quisiera ser yo, pero no es así, no creo que alguna vez lo sea, es extraño, pero así es. Quiero no quererla, quiero que no me quiera, quiero que haga algo terrible para poder bajarla de esa nube perfecta donde la tengo, aunque sé que no es perfecta, siempre está ahí, en mi mente, en mi corazón, siempre a todos lados donde voy, en todas las mujeres con quién platico, en todas las situaciones donde me encuentro.

Bueno, no es verdad que en todo, pero muchas ocasiones así es.

Y yo creí que S. me lo quitaría, pero ahora está muy lejos y no pretende lo que yo.

A. ni siquiera se da cuenta que existo para ella, además nuestras vidas no podrían juntarse en varios años, si es que regres a México.

Por eso decidí deshacerme de todas las relaciones imaginarias que tenía, ya no quiero ser amigo de aquellas que me llaman la atención. Me hacen daño todas juntas y separadas, que no sea una sola mujer a la cuál amar.

Aunque dudo que pueda en realidad amar a alguien, pero eso no lo podré saber con certeza hasta que suceda.

Y ya estoy alargándome mucho en algo que no debería estar aquí, sino en esas hojas que escribo para mi, que escribo para ellas, aunque jamás serán enviadas esas cartas.

Te quiero aquí, conmigo, quién quiera que seas que estés destinada a estar aquí.-