La escena abre y en la obscuridad solo puede escucharse un tic-tac.
Mack: No, no te puedo pensar, es inútil hacerme regresar.
Silvia: Esto es difícil para los dos. (Pensamiento de mack)
Mack: Pero no sabes lo que dices, es solamente que no necesito esto, es injusto para mi, necesito estar en cualquier otro lugar.
Comienzan a caer gotas de lluvia, los relámpagos iluminan entre las percianas de la habitación, el viento haciendo su característico silvido comienza a tornarse un susurro.
Mack: ¡Cálla desgraciada! ¡Ya estoy harto de esas miserables gotas! ¡deja de llover maldito!
(silencio)
Ha cesado la lluvia, solo los restos húmedos dan noticia de que ha llovido. Los grillos hacen su labor mientras una ténue lámpara pretende vencer la penumbra.
Mack: Es inútil, soy inútil. Comienzo a creer que todo lo que sé es inservible, no logro conseguir lo que quiero pero en verdad creo ser capaz de logarlo. Es como si existiera una lucha interna por sobresalir y sin embargo mis deseos no se ajustan a la realidad. Dejar de pensar no es una opción, pero vivir no es suficiente, vivir así no es suficiente, sin embargo no tengo el valor para estar muerto. Tengo miedo.
Silvia: Entonces no luches, tampoco hablo de fatalismos, sino simplemente acepta.
Mack: ¿Aceptar? ¿mi problema es no aceptar? ¿qué quieres que acepte? ¿que no soy suficiente? ¿que lo que dijeron mis profesores es verdad? ¿que acepte que soy un gordo, prieto, y sin futuro? ¿eso quieres que acepte? No, esa no es mi realidad.
Silvia: Si olvidas quién eres, jamás podrás regresar.
Mack: ¡Jajajaja! me sonó a pelicula: la matrix… ¡jajaja! ¿a caso quieres que tome la pastilla azul y pretender que nada pasó?
(silencio)
Mack: Ese maldito grillo otra vez, ¿qué no te puedes callar?
Silvia: Quizá sea tu conciencia.
Mack: ¡A esa cabrona la perdí hace un chingo!
Comienza a ladrar un perro, y por el tipo de sonido ha de ser de grandes proporciones. La luz comienza a apoderarse de todo poco a poco, la silueta de un rostro aparece difusa.
Silvia: Es hora de comenzar…
Mack: (Ronquidos)
El plop constante de la caída de gotas de agua olvidadas por la lluvia sobre la cabeza del sujeto hace que despierte.
Mack: Maldita… vida. ¿Ahora qué? ¿borrón y cuenta nueva? eso no es posible.
(Silencio)
Se toca la cabeza con la mano y después con la otra, la aprieta firmemente, pareciera quede sea tronar su cráneo.
Mack: ¿Porqué a mí…?
Aparece la hora del reloj faltando seis a las cinco. Con un suspiro voltea a verlo y resignado se enderesa sentandose con las piernas dobladas y el empeine de sus pies tocando la superficie.
20060623V0113 – Mack Asaga
– Re-publicado: 20090728M –