Fui a Perfect Home

Al final, lo más fácil fue ir a un lugar especializado en casa para comprar la báscula básica de cocina que estaba buscando.

Lo genial fue que la chica que me atendió habló por el altavoz y se oyó súper sensual, quiero decir, le mejoró la voz el sistema. Ella es guapa, claro, muy atenta y no tardé más de un minuto en elegir lo que quería después de mostrarme los modelos que tenían disponibles.

Y ya, se me hizo muy genial esta anécdota.