Placeres textuales

De los placeres textuales se habla poco. Hay cierto morbo en decir que lees novelas eróticas o que te fascinan los libros de superación personal. Existe ese tabú social entre lo que está bien leer y lo que no. Sientes necesario ocultar tu gusto por las novelas juveniles o por los libros de autores mexicanos. Y cuando algún subgénero se vuelve viral, no falta quién presume ser un erudito desde siempre aunque se note que realmente no domina el tema. También está aquél encasillamiento en el que debes ser otuaku para que realmente seas alguien a quién le gusta el manga.
Como los anteriores podemos citar muchos ejemplos, pero a mí la lectura me llena como el sexo, a veces de forma desenfrenada con muchos extraños a la vez, a veces de forma tranquila con aquella persona conocida de antaño.

20170715D, Textos libres, M. A. V.