Aoro tus brazos cuando llueve.

…y el cielo llora sobre mí, sus lágrimas inundan la ciudad. Esta tarde añoro tus brazos cubriendo mi cuerpo; añoro tu calor recostado sobre mí en ocasiones como esta cuando la temperatura baja gracias a la precipitación pluvial.

El sol sale y aún así la lluvia sigue cayendo, añoro tus cabellos acariciando mi cara, añoro tu aroma intoxicar las sábanas de la cama; añoro tus besos bajo el agua fría de la brisa de julio.

La tersura de tu piel y el silencio que nos abrazaba para disfrutar de nuestra soledad son delicias que probaba cuando en tus brazos me encontraba; añoro tus caricias sin malicia que embriagaban mi piel recostada.

Añoro también ese humeante café que nos esperaba en la mesa y que formaba figuras de amor cuando sin pensarlo olvidábamos su existencia por dedicarnos a disfrutar de las diminutas gotas que resbalaban por el amplio cristal de tu ventana.

El cielo nos daba un respiro para extasiarnos de su hermosura, volvíamos al cielo nuestros ojos esperando que regresara una nube nueva que descargara sus gotas de alegría sobre nosotros.

Después el viento hacía su presencia haciendo vibrar hasta el más fino y diminuto de los bellos sobre piel, logrando así que yo obtuviera otro abrazo tuyo…

…y el cielo llora sobre mí, porque ahora tus brazos ya no están junto a mi.
}{Mack Asaga}{